Gestión emocional
La Medicina Integrativa contempla como causas de las enfermedades muchos factores no tenidos en cuenta en la medicina oficial como el estrés y las emociones tal como se explica en el apartado de Psiconeuroinmunoendocrinología (PNIE). Ésta tiene en cuenta su relación con los sistemas nervioso, endocrino e inmunitario.
Precisamente, una alteración en algunos de estos niveles por desequilibrios del pensamiento, percepción inadecuada de emociones, represión de emociones como la rabia o el rencor, situaciones de estrés, de resentimiento, de temor o crisis que no sabemos manejar, pueden acabar provocando un desequilibrio electromagnético y/o energético que se materialice en alteraciones bioquímicas que acaben provocando enfermedades.
Asimismo, toda acción que nos lleve a conectar con nuestra conciencia, a vivir situaciones de paz, de amor, de conexión y empatía con el resto de personas y de la naturaleza tendrán repercusiones positivas a nivel bioquímico en forma de un estado óptimo de salud.
La gestión de las emociones y los conflictos
El modelo que propone la Medicina Integrativa, tiene presente que en la vida todos tenemos retos y conflictos y los podemos manejar de forma diferente en función de nuestras creencias, formación o influencia social y familiar. Por ello cada persona ante un mismo reto o conflicto (que es algo neutro) reaccionará de una forma diferente y con unas emociones diferentes. Esta diferente forma de reaccionar es la que puede hacer que el manejo de la situación se materialice en algo beneficioso o en un síntoma determinado.
Así, ante una misma situación, problema, reto o conflicto, caben múltiples posibilidades (alternativas para afrontarla). Pero la decisión personal de cada uno (efecto observador) hará que se materialice en un resultado diferente (solución, bienestar, síntoma).
Es necesario ampliar el foco de visión del problema e investigar qué circunstancias nos pueden haber llevado a desarrollar esta disfunción.
No obstante, para abordar esta visión más amplia u holística, ha de superarse la visión lineal que reduce todo lo que existe a lo material. Es necesario contemplar otros niveles de realidad que incluyan las emociones, la mente, la energía, la conciencia y el espíritu.
Cuanto más nos enfocamos en la materia más lineal es la visión. Mientras que cuanto más nos enfocamos en los otros niveles, menos lineal es la visión. Del mismo modo, cuanto más nos enfocamos en la materia más nos centramos en el contenido. Y mientras más nos enfocamos en los otros niveles más nos centramos en el contexto.
Cómo obtenemos la información sobre el conflicto
Precisamente, indagando el contexto, el escenario y las circunstancias de la vida de la persona en el momento en que comenzaron los síntomas. Esto nos da una información muy valiosa sobre su posible relación con la gestión de un conflicto emocional.
Puede ser necesario tratar los síntomas o equilibrar el cuerpo mediante suplementos u otros tratamientos y herramientas de la Medicina Integrativa. Sin embargo, si sumamos el abordaje del posible conflicto emocional se va a potenciar la curación.
Existen diferentes herramientas para estudiar un posible conflicto emocional. Las que más utilizo son la PNL y la kinesiología y también una búsqueda dirigida mediante la escucha y el preguntar en función del escenario en que apareció el síntoma.